Cómo comprender lo que está ocurriendo en Ucrania es lo que nos preguntamos muchos cristianos. ¿Es una invasión? ¿Es la tercera guerra mundial? ¿Es el fin de todas las cosas? ¿Quién es el malo de la película, si es que lo hay? ¿Cómo orar por estos hechos?
Dejémoslo claro: En las guerras no hay ganadores porque se pierden vidas, familias, de pronto miles de personas huyen, se refugian, buscan lugares donde esconderse. Hay caos y destrucción. El terror se apropia de las calles y de las gentes. Las películas nos vendieron que ver una guerra es una linda aventura pero en la vida real hay heridos, ruinas y mucho derramamiento de sangre.
El conflicto de Ucrania involucra a dos de las naciones mas poderosas del mundo. Rusia y Estados Unidos. Se trata de intereses geopolíticos que van mas allá de lo que vemos en Kiev y las demás ciudades hoy bajo fuego.
Los medios de mayor alcance muestran a Rusia como el malo de la película. Putin es el villano y así los medios venden un «relato».
Por otro lado, el medio ruso RT, intenta justificar la avanzada de las tropas de Putin culpando a Occidente.
Pero ¿Quién gana con la guerra? Absolutamente nadie, porque es la aniquilación de la especie humana. Solo «ganan» aquellos que se alimentan de la misma, es decir, el complejo militar industrial. Tal como ganaron las farmacéuticas con la pandemia, ahora es el turno de los fabricantes de armas. Siempre se trata de una guerra financiera y de poder pero de algo estamos seguros: el nivel tecnológico de guerra en el 2022 puede terminar en una catástrofe de grandísimas proporciones si esta escalada no se detiene.
¿Quién sabrá los pensamientos de los líderes que toman las decisiones mas importantes en el mundo hoy? ¿Qué pasará por la cabeza de Putin, de Biden, de los líderes de la OTAN? «Del corazón salen los malos pensamientos…» dice el libro de Mateo. En la mente. Es allí donde nacen los pleitos y las batallas que luego salen a flote a la superficie. Como cristianos tenemos que orar para que Dios detenga con Su poder esta obra de las tinieblas, porque sí, las guerra evocan el lado oscuro del ser humano. Aunque Dios las permita y pueda «usarlas» como formas de establecer su voluntad en la tierra, en definitiva siempre termina en muertes y destrucción.
ESTÁ EN LA VOLUNTAD DE DIOS CESAR LAS GUERRAS YA QUE IMPLICAN DERRAMAMIENTO DE SANGRE. NUESTRA ORACIÓN SIEMPRE TIENE QUE IR EN LA DIRECCIÓN DE QUE LOS LÍDERES DE LAS NACIONES VENGAN AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD, Y QUE, CONSECUENTEMENTE ELLO CONDUZCA A LA PAZ.
El cristiano tiene que saber orar en este tipo de situaciones porque Rusia no es el malo de la película y tampoco es el bueno:
Recordemos. Dios no quiere derramamiento de sangre bajo ningún punto de vista porque el es el único que tiene el poder de dar o quitar la vida. Las guerras solo evidencian la falla del diálogo y el multilateralismo fallido entre los líderes de las naciones y muestran la preponderancia del ego y la ambición de ambos lados.
Es importante entonces:
* Comprender los tiempos proféticos con cordura. Muchas personas ya ven el retorno de Cristo de forma paranoica, pero es importante tener mesura en la lectura de los tiempos finales. Ponerlo todo en contexto y no ser catastróficos. La venida de nuestro Señor es una realidad y una esperanza firme pero tenemos que tener mesura al considerar este aspecto. Que no gane el temor sino la esperanza.
* Dios es el Soberano de los reyes de la tierra. Nada escapa a Su gobierno. Recordemos que pase lo que pase Dios sigue siendo el Señor. El libro de Apocalipsis nos recuerda que él es el «Soberano de los reyes de la tierra». El Señor está por encima de los reyes finitos, transitorios y humanos.
* Hay que orar por la paz de las naciones: Es bíblico orar por la paz de las naciones para que habitemos «quieta y reposadamente». Pero no orar en favor de un bando u otro. Dios no está ni con Rusia ni con la OTAN porque la voluntad de Dios es que no haya derramamiento de sangre y que «todos procedan al conocimiento de la verdad (Cristo)»
*Hay que orar por nuestros hermanos en Cristo. Oremos por las personas que están en Ucrania ahora mismo intentando escapar. Muchos más por nuestros hermanos en la fe que tendrán que sufrir graves consecuencias físicas y materiales por todo lo que está ocurriendo.
*Que el reino de nuestro Señor siga prevaleciendo: La historia así lo marca, cuanto más maldad, mayor bondad de Dios se manifiesta. Incluso en medio de las guerras Dios opera de formas poco comunes y su reino se sigue extendiendo. Oremos para que la voluntad de Dios llegue a las distintas naciones y que Su voluntad se haga visible aún en las altas esferas de poder.
* Dios pesa los corazones de los gobernantes y solo el trae juicio sobre los líderes que traen derramamiento de sangre. Que prevalezca Su voluntad. La tendencia natural del ser humano es tomar posición pero a los cristianos nos corresponde orar y traer el reino de Dios a la tierra.
* Dios llevará a algunos de sus hijos, en los próximos años, a estar en lugares de autoridad para ser la Voz profética de Dios aún a los líderes mas prominentes. Oremos para que mas cristianos preparados puedan acceder a los lugares de autoridad para que los valores de la vida, la familia y la paz puedan prevalecer en el mundo político.
-Dice el Salmo 2:10-12
10 Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría!
¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra!
11 Sirvan al Señor con temor reverente
y alégrense con temblor.
12 Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje
y sean destruidos en plena actividad,
porque su ira se enciende en un instante.
¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!
Ahora mismo Estados Unidos y la OTAN están decidiendo qué respuesta bélica habrá contra Rusia, además de las sanciones económicas.
Que prevalezca la cordura. Los líderes de las naciones no pueden dejarse guiar por la soberbia y el ego. Hay miles y miles de familias y ciudadanos en juego. Que prevalezca la paz, el diálogo y la mesura. Oremos para que eso suceda y que el reino de Dios se siga extendiendo.
Equipo NPG
