Nacidos Para Gobernar

Ley Lucio

El proyecto de Ley Lucio ¿Sí o no?

El avance de la ley Lucio (en el caso de que así sea) lamentablemente va a resolver poco y nada de los problemas que surgen de la violencia contra los niños en el seno familiar.

Tal como la ley Micaela, impregnada de la perspectiva de género, la ley Lucio puede ser una trampa.

El proyecto de Ley propone que todos los funcionarios públicos tienen que ser capacitados en la legislación acerca de los derechos de los niños y adolescentes contra el maltrato infantil.

La pregunta es ¿quién va a capacitar y cuáles van a ser los contenidos de dichas capacitaciones? Porque no seamos ingenuos, no solo tocarán temas legislativos sino morales y de valores.

Lamentablemente todo nuestro arco político, en su mayoría en el oficialismo, está impregnado de la perspectiva de género y con miradas progresistas en casi todos los problemas que tenemos como país. Entonces no se resuelve el problema de la violencia infantil con una mirada sesgada y distorsionada de la violencia pensando solo que es una cuestión social o de género.

El asunto tiene muchas aristas. Y muchos menos se resuelve si tenemos Ministerios como el de Género y Diversidad que, sigilosamente, va empujando para que las leyes de género se sigan imponiendo en la sociedad. No olvidemos que vamos camino a lo que hoy sucede en España, donde funcionarios como Irene Montero promueven abiertamente la pederastia.

El proyecto en todo caso tiene que tratar el hecho de que la justicia agrave penas y sanciones a funcionarios y letrados, como la jueza que le dio la tenencia a las asesinas. Cosa que el proyecto, en principio, no hace.

Por lo tanto, es menester que este tipo de proyectos sean evaluados en profundidad y que no solo tengan el visto bueno por ser un caso sensible y que tiene el «aval» público porque se pide que «hagan algo».

El problema, ya sabemos, es de la ruptura familiar en toda la sociedad y la pérdida de los valores trascendentes. Estos se resuelven cuando se pone foco en fortalecer al individuo y la familia. Y para ello el trabajo de la iglesia de Cristo es fundamental. Alguna vez dijo un gran teólogo. «Casi todos los problemas sociales se deben a que la iglesia no está asumiendo su rol fundamental de discipular la nación en todas sus áreas».

Por lo tanto, mientras menos estado tengamos aplicando sesgos progresistas a las políticas públicas mejor. Como cristianos tenemos que apuntar a llenar el congreso de hombres y mujeres que tengan miradas en base a principios Cristo céntricos de las distintas problemáticas. Es cierto, tomar como bandera el caso Lucio para que se lleve adelante «la Ley Lucio» para muchos funcionarios hoy “vende”. Pero seamos claros, tal como la Ley Micaela, resolverá poco y nada los problemas intrínsecos de violencia que tenemos incluso dentro de nuestras iglesias.

Es cierto, para la opinión pública puede ser bueno que el gobierno haga algo porque siempre se le asigna al estado la capacidad de resolver algo que, incluso, él mismo ha creado porque, sabemos, a Lucio lo mató la perspectiva de género en la Justicia.

Si, los familiares del pequeño Lucio, como tantos otro con buenas intenciones, muchas veces son «usados» por funcionarios para llevar adelante proyectos que deberían ser, cuánto menos, cuestionados y revisados.

¡Descansa en paz Lucio!

Omar Sarmiento

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